Leyendas Urbanas

LA HISTORIA DE BLOODY MARY

 



La leyenda todos la conocemos. Al menos la parte en la que te pones frente al espejo y dices tres veces su nombre. Entonces una chica o mujer se aparece y te desfigura o te mata . Pero la leyenda dice más de lo que sabemos,se dice que hace muchos años Mary enfermo y murió. Su familia la enterró. En los años en los que vivía Mary se enterraban a los cuerpos con una especie de cuerda que estaba atada en la superficie a una campanilla, ya que se conocía lo que era la catalepsia. Resulta que Mary se despertó y tocó la campana, pero nadie la escuchó . A la mañana siguiente los familiares vieron que la campana estaba en el suelo. Al desenterrarla encontraron a Mary sin uñas ya que estas estaban rotas y ensangrentadas en la parte superior del ataúd. Mary echó una maldición antes de morir y ahora todos los que frente de un espejo la llamen nombrando su nombre tres veces, morirán. Pero antes de eso escucharás la campana que nadie escuchó cuando Mary murió.
Se confunde con la historia de María I de Inglaterra llamada María la sanguinaria. Llamada así por sus actos contra los protestantes. Su historia se ha mezclado con la historia de Ersebeth Bathory, dando así una confusión enorme. Pero esa Mary y la de la que ahora os hablo son dos mujeres totalmente distintas . El origen de Bloody Mary como leyenda urbana se expande en 1978 cuando Janet Langlois publica su ensayo titulado Mary Whales, I Believe in You’: Myth and Ritual Subdued. En donde Langlois pretende explicar el origen de la leyenda y el significado del espejo . Era el único ensayo que estudiaba en profundidad el caso de Bloody Mary recogiendo narraciones y sucesos de diversas personas.
Pero como en toda leyenda urbana , existen varias versiones ,en 1976 Mary and Herbert Knapp en su antología llamada el folclore de los niños americanos , cuenta que un niño llamó a Mary Worth cuarenta y siete veces frente al espejo y esta apareció con un cuchillo y una verruga en la nariz. En 1988 Simon J. Bronner incluye en su libro un apartado titulado Los rituales de Mary Worth donde nos cuenta que Bloody Mary fue asesinada en el bosque detrás de la escuela elemental Pine Road y que para llamarla las niñas tenían que ir al cuarto de baño y pincharse los dedos con un alfiler para extraer dos gotas de sangre ,y después decir: “Creemos en Bloody Mary” diez veces con los ojos cerrados. Al abrir ojos y mirar en el espejo verían a una niña de pelo largo , piel clara y un corte en la frente de donde brotaba sangre.
Incluso parece haber una versión en la que Mary Whales apareció en una esquina cuando estaba lloviendo , y un amable hombre se ofreció a llevarla , pero cuando avanzaron esta desapareció dejando solo una mancha de sangre en el asiento . ¿Una mezcla de la chica de al curva? .
¿Y qué pinta el espejo en todo esto? En la cultura popular se cree que los espejos son puertas a otros mundos . Todo esto se cree debido a la creencia que los antiguas mesoamericanos tenían respecto a estos objetos . Creían que además de predecir el futuro podrían comunicarse con sus antepasados , dioses y el otro mundo. Si ahora consideramos que Mary es un espíritu ¿ Qué mejor forma de comunicarse con ella que con un espejo? .
Como habéis podido comprobar, a nuestra tenebrosa amiga Mary se le llama de diversas formas . En el texto que os he expuesto anteriormente se le ha nombrado como Bloody Mary , Mary Worth , Mary Whales . Esto a mi parecer es una muestra más de que es solo una leyenda urbana extendida en diversos lugares . Aunque ¿ te atreves a averiguarlo?
 

LA DAMA TAPADA


Esta historia es parte de la creencia popular ecuatoriana, paso en guayaquil. Según la tradición, este ocurrió cerca del año 1700, y varias personas murieron a causa de la Dama.Se dice que en Guayaquil, la Dama Tapada, se aparecía en horas cercanas a la media noche a personas que frecuentaban callejones no muy concurridos. Según las historias relatadas por muchas personas acerca de estos acontecimientos, una joven se les aparecía, vistiendo un elegante vestido de la época, con sombrilla, pero algo muy particular en ella era que llevaba su rostro tapado con un velo, el cual no permitía que las víctimas la reconocieran
Despedía a su entorno una fragancia agradable, y casi todos los que la veían quedaban impactados al verla. Hacía señales para que la siguiesen y, en trance, las víctimas accedían a la causa pero ella no permitía que se les acercara lo suficiente.
Los alejaba del centro urbano y en lugares remotos empezaba a detenerse. Cuando las víctimas se le acercaban a descubrirle el rostro un olor nauseabundo contaminaba el ambiente, y al ver su rostro apreciaban un cadáver aún en proceso de putrefacción. Sus ojos parecían destellantes bolas de fuego.
La mayoría de las víctimas morían, algunos por el susto y otros por la pestilente fragancia que emanaba el espectro. Muy pocos sobrevivían y en la cultura popular los llamaban tunantes.

MARIANGULA DEVUELVEME LAS TRIPAS


La historia cuenta sobre una niña de una edad de 14 años, su madre vendía tripa mishqui, (es una comida tradicional que son tripas de res y se las pone sobre un brasero con carbón caliente para que vaya cociéndose lentamente, de los cual bota un aroma penetrante), esto se lo vende en una de las esquina de la ciudad colonial en Quito.




En una ocasión la madre de Mariangula mandó a comprar tripas, pero como esta niña era muy inquieta se fue a jugar con sus amigos e hizo caso omiso al mandado de su madre y para colmo se gastó el dinero para la compra de las tripas.

La niña preocupada por lo sucedido se imaginaba que su madre le iba a pegar.

Entre la preocupación de la Mariangula que caminaba por las calles paso por el cementerio, y se le ocurrió la macabra idea de sacarle las tripas de uno de los muertos que recién lo habían enterrado las sacó y las llevo a su mamá para que las vendiera y en efecto logro su objetivo para no ser castigada, las tripas se vendieron muy bien cosa que a todo el que compraba le gusto y en algunos casos se repitieron. Ya en horas de las noche, en casa donde vivía con su familia era una casa tradicional de dos pisos como las que hay en Quito colonial, Mariangula se acordaba de lo que había hecho. Cuando de repente escucho la puerta que se abrió fuertemente, ero lo trágico es que ella era la única que escuchaba aquellos ruidos y los demás seguían muy dormidos como si no pasaba nada, a pesar de los muchos ruidos que se escuchaba en la casa.Cuando los ruidos era muy fuertes y se podían escuchar con claridad puso mucha atención que decían:" Marianguuula , dame mis tripas y mi pusún que te robaste de mi santa sepultura"
Aquella voz se escuchaba cada vez más cerca de su habitación y Mariangula se iba poniendo muy asustada ya que se escuchaba los pasos que subían por las escaleras y la voz se hacía más fuerte:"Marianguuula, dame mis tripas y mi pusún que me robaste de mi santa sepultura".
Ella se ponía pensaba sobre lo que hizo y como que podía hacer para salvarse y en especial qué es lo que le iban hacer estos seres. Cuando de repente encontró una navaja o cuchillo y se cortó su estómago. Cuando los seres entraron a la habitación de Mariangula estaba con sus tripas regadas en la cama muriéndose lentamente y estos seres desaparecieron.

LA LLORONA

De los campos a las ciudades emigran muchas jovencitas en busca de su sueño, de estudios y de tener mejores trajes y dinero para ayudar a sus familias.
Esta como muchas llegó a la ciudad y se empleo en casa de ricos, enamorándose de su hijo el cual cruelmente la dejó embarazada y luego la despidió de su trabajo.
No habiendo más que hacer, se devolvió a su casa escondiendo su hijo bajo su delantal, lo cual no logró por mucho tiempo, su familia, apegada al cristianismo, comenzó a decirle su error a todas horas, creándole gran angustia.
Una noche bajo un gran aguacero corrió hacia el río y pariéndolo lo lanzó a la corriente, al ver lo que había hecho se lanzó detrás del niño gritando y llorando.
Todavía en las noches de luna después de una creciente se oye el llanto de esta mujer, y se puede verle tras el rayo de luna en el agua del río, tratando de alcanzar a su hijo.
Dicen que el señor en su gran misericordia tendrá compasión de ella y que algún día lo alcanzará, volverá a la vida y será un gran hombre revolucionario de la sociedad.
En las altas horas de la noche, cuando todo parece dormido y sólo se escuchan los gritos rudos con que los boyeros avivan la marcha lenta de sus animales, dicen los campesinos que allá, por el río, alejándose y acercándose con intervalos, deteniéndose en los frescos remansos que sirven de aguada a los bueyes y caballos de las cercanías, una voz lastimera llama la atención de los viajeros.
Es una voz de mujer que solloza, que vaga por las márgenes del río buscando algo, algo que ha perdido y que no hallará jamás. Atemoriza a los chicuelos que han oído, contada por los labios marchitos de la abuela, la historia enternecedora de aquella mujer que vive en los potreros, interrumpiendo el silencio de la noche con su gemido eterno.


VICTOR EMILIO ESTRADA Y EL PACTO CON EL DEMONIO

Dice la leyenda que Víctor Emilio Estrada (ex presidente del Ecuador en 1911) era un hombre de fortuna, acaudalado y de sapiencia, todo un caballero de fina estampa. Las personas de esa época decían que el caballero había hecho un pacto con el Diablo, y que cuando muriera él mismo vendría a su tumba a llevárselo.
Víctor Emilio Estrada construyó una tumba de cobre para que el Demonio no invadiera su descanso.
Al morir fue enterrado en su tumba de cobre, una de las más grandes del cementerio de Guayaquil. El Demonio quiso llevarse su alma al infierno como habían pactado, pero en vista de que no pudo éste lo maldijo y dejó varios demonios de custodios fuera de su tumba para que lo vigilaran y no lo dejaran descansar en paz. Desde ese día Víctor Emilio Estrada no descansa en paz y todas las noches sale a las 23 horas con su sombrero de copa y su traje de gala por la puerta uno del famoso cementerio de Guayaquil, a conversar con las personas que se detienen a coger el bus en la parada.




LA VIUDA DEL TAMARINDO - GUAYAQUIL

Era un tamarindo antiguo que existía donde era la quinta Pareja. La quinta Pareja quedaba donde es ahora la Clínica Guayaquil. Las calles exactamente creo que son: Tomás Martínez y General Córdova, en esa área. En esa época era una finca. No era una quinta. Se llamaba quinta y era un lugar abandonado y los tunantes, o sea las personas que andaban tras del trago, iban solos, y en camino a casa, mira­ban una mujer vestida de negro que parecía muy bella. En ese tiempo no había pues mayor alumbrado. En­tonces el tunante, pues, éste que estaba, seguía ¿no? seguía, perseguía a la viuda ésta, a la aparición ésta, y ésta lo llevaba siempre a un tamarindo añoso lo llevaba allí. Cuando él iba pues, cuando él llegaba ya casi al pie del tamarindo y luego se volteaba y la viuda había sido una calavera de la muerte! Una calavera, de decir: itremenda! El tunante caía echando espuma por la boca.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario